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El osteosarcoma, el tipo de cáncer de huesos más prevalente que se encuentra en los perros, generalmente afecta los huesos largos de las extremidades de un perro y es muy agresivo. Aunque un perro de cualquier edad o tamaño puede ser diagnosticado con osteosarcoma, la enfermedad tiende a afectar a perros mayores, así como a perros de razas grandes y gigantes.
Razas en riesgo
Entre los perros de razas grandes propensos a la enfermedad se encuentran labradores, golden retrievers, rottweilers, galgos, doberman pinschers, weimeraners, setters irlandeses y pastores alemanes. Los perros esquimales siberianos, samoyeds, akitas y boxers también son vulnerables. Los perros de razas gigantes que corren el riesgo de contraer la enfermedad son los lebreles escoceses, los grandes daneses, los san bernardos, los mastines, los grandes Pirineos, los lobos irlandeses, los terranovas y los perros de montaña de Berna.
Perros grandes, gran riesgo
El tamaño parece importar en esta grave enfermedad. Según VCA Animal Hospitals, se ha demostrado que los perros que pesan más de 80 libras tienen 60 veces más probabilidades de tener osteosarcoma que los perros que pesan menos de 75 libras. La National Canine Cancer Foundation señala que un perro de raza gigante, como un gran danés, tiene hasta 200 veces más riesgo de desarrollar osteosarcoma que un perro de juguete o de raza pequeña. Un perro que ha sufrido una lesión ósea contundente también puede tener un mayor riesgo de contraer la enfermedad, según PetMD.com. Aunque la enfermedad es poco común en razas pequeñas de perros, cualquier perro puede desarrollar este cáncer.
Los síntomas no discriminan entre razas
Los conceptos básicos del osteosarcoma son los mismos, independientemente de la raza. Aunque puede afectar los huesos de la cabeza y el tronco de un perro, sus extremidades corren un mayor riesgo, en particular los huesos cerca del hombro, la muñeca y la rodilla. La cojera es el signo clásico del osteosarcoma; puede aparecer y desaparecer o empeorar con el tiempo. Un perro puede tener hinchazón y dolor en sus articulaciones o huesos, así como sentirse letárgico y desinteresado en comer. A veces, el hueso afectado puede romperse por un traumatismo menor. Las radiografías, la biopsia de huesos y los análisis de sangre son parte del proceso de diagnóstico.
La comodidad es clave
El tratamiento se centra en evitar que el cáncer se propague más y en hacer que el perro se sienta lo más cómodo posible. En la mayoría de los casos, se recomienda amputar la extremidad afectada, aunque a veces se extirpa el tumor del sitio. La quimioterapia a menudo es parte del tratamiento para mantener bajo control la propagación del cáncer. Los antiinflamatorios se utilizan típicamente como agentes para controlar el dolor. El pronóstico para un perro con osteosarcoma no es favorable y depende de si el cáncer se ha diseminado y con qué extensión. Generalmente, aproximadamente la mitad de los perros diagnosticados sobreviven un año con protocolos de tratamiento estándar; menos del 30 por ciento sobrevive dos años y menos del 10 por ciento gana tres años. La investigación, que está en curso, aún no ha demostrado por qué los perros de razas grandes son propensos al osteosarcoma o qué causa la enfermedad. Además, no hay forma de prevenir el cáncer.
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Estas equivocado. Estoy seguro. Propongo discutirlo. Envíame un correo electrónico a PM.
Están jugando nuestro CSKA y el Spartak de Moscú.
si es la imaginacion